Add parallel Print Page Options

36 Luego mandó llamar a Simí y le dijo:

―Constrúyete una casa en Jerusalén, y quédate allí. No salgas a ninguna parte, 37 porque el día que salgas y cruces el arroyo de Cedrón, podrás darte por muerto. Y la culpa será tuya.

38 ―De acuerdo —le respondió Simí al rey—. Yo estoy para servir a mi señor el rey, y acataré tus órdenes.

Simí permaneció en Jerusalén por un buen tiempo,

Read full chapter